Por qué la política
Por qué Santa Cruz
Mi niñez la pasé en Valleseco, el barrio donde aprendí a nadar y nació mi pasión por el mar. Soy costero, lo reconozco. Me gustan el sol, el salitre y el deporte.
Estudié en el colegio público Miguel Pintor, del vecino barrio de La Alegría. A los 15 años, mi familia se mudó al barrio de La Salud. Allí pasé una adolescencia muy feliz.
Perdí la cuenta de los pateos arriba y abajo por la avenida Venezuela, camino del Poeta Viana para hacer el bachillerato, pero recuerdo muy bien los trayectos diarios en guagua a la Universidad de La Laguna, para sacar la carrera de Derecho. Entonces no había tranvía.
La primera vez que fui a una manifestación era un chiquillo. Reivindicábamos, precisamente, la playa de Valleseco. La política de lo cercano y de las personas siempre estuvo presente en casa, como vocación de servicio a nuestra tierra y a nuestra gente.
El liderazgo de mi padre en el movimiento vecinal inspiró mi vocación. Ser alcalde de Santa Cruz es el mejor homenaje que he podido rendir a los desvelos de mi familia.
Este soy yo, Jose. Así, sin acento, como me han llamado siempre y a mis 56 años me sigo considerando, ante todo, un pibe de barrio. La buena gente de Santa Cruz, las chicharreras y chicharreros de corazón, saben muy bien a qué me refiero.
